«Todos conocemos a gente que ha cometido un error y que luego ha cavado su propia tumba intentado ocultarlo. No saben que las personas solemos ser muy comprensivas cuando los demás admiten con sinceridad los errores que han cometido, se disculpan e intentan solucionar los problemas que han provocado. (Sería fantástico que los políticos entendieran esto).
Ocultar los errores favorece el aislamiento, porque no se pueden solucionar los errores ocultos, ni tampoco se puede aprender nada de ellos. Intentar evitar los errores provoca miedo y rigidez. Una vez nos encontramos con este dicho: “El buen criterio es fruto de la experiencia y la experiencia es fruto del mal criterio”.»